BOLIVIA - Más corrupción e impunidad

El 18 de diciembre del 2005, el 53.7% de la ciudadanía boliviana votó para la erradicación de la corrupción y de la impunidad. Sí, la opción Morales - Linera fue para sacar a Bolivia de la órbita de la aberrante corrupción pública y del limbo de la impunidad. La ciudadanía tenía una esperanza casi religiosa, y todavía la tiene, que el Presidente Evo Morales gobernaría con la trilogía ética andina: Ama Sua, Ama LLula, Ama Qhella. Pero pasa el tiempo y, según las denuncias públicas con evidencias, en las instituciones públicas continúa reinando la partidocracia cleptómana.

La desazón en la ciudadanía comenzó con la denuncia documentada sobre la venta de las visas bolivianas a los chinos. Se denunció que en estos hechos estaba involucrada la propia gente del MAS (parlamentarios y algún constituyente). ¿Alguien sabe si se sancionó o no a los implicados? Luego vinieron las denuncias también documentadas sobre el descarado negocio de los avales políticos. Allí no más llegaron los casos de los tractores y de la ocupación, por un dirigente masista, de un bien inmueble incautado al narcotráfico, ambos casos en Santa Cruz. Ahora está la denuncia (por un parlamentario masista) de la venta grosera de los pasaportes en Santa Cruz. En todos estos hechos están implicados varios dirigentes masistas. Por lo menos eso es lo que dicen las denuncias. Pero ¿por qué el MAS sigue conviviendo con estas vinchucas que infestan con ese mal de chagas que se llama corrupción a toda la administración del Gobierno? ¿O será que todo el sistema del Gobierno actual ya padece el mal de chagas de la corrupción? ¿En qué terminará la "telenovela" vergonzosa de los petro contratos y sus anexos?

El último ampliado extraordinario del MAS emitió un documento en el que determina la expulsión ignominiosa de los militantes y dirigentes implicados en la venta de avales políticos, para que sean remitidos y sancionados por el Ministerio Público. Pero, ¿cuándo se ejecutará dicha resolución?

El Gobierno actual, hasta ahora, capitalizó la reserva moral de los pueblos originarios de Bolivia como una espada de Democles para aniquilar a la corrupción pública. Sin embargo, a parte de los casos ya indicados, los deudos del policía Colque, quien fue asesinado por los sin techo en la ciudad de Oruro, siguen padeciendo las consecuencias del limbo de la impunidad. ¿Alguien sabe quiénes son los responsables (y si ya se les sancionó) de las muertes y heridos de la mina Huanuni? ¿Quizás alguno puede informarnos del castigo que merecieron los responsables de las dos muertes en Los Yungas de Vandiola? ¿En qué quedó la investigación y la sanción de los promotores de las últimas confrontaciones con tres muertos en la ciudad de Cochabamba? Hasta ahora, estos hechos que ocurrieron en el Gobierno actual, también continúan en el reino de la impunidad. ¿A quiénes se intenta proteger?

Sería injusto no reconocer los esfuerzos que el Gobierno actual ha hecho en la lucha contra la corrupción. Destituyó vice ministros, directores nacionales y otros funcionarios públicos implicados en actos de corrupción, pero falta mucho por hacer.

Es insuficiente que sólo las organizaciones o instituciones afines al Gobierno intenten erradicar la corrupción pública y la impunidad, reflejo de la conducta de las sociedades bolivianas. El Gobierno debería convocar a todas las organizaciones e instituciones públicas y privadas para la conformación de comisiones espaciales y así esclarecer los actos de corrupción e impunidad. De lo contrario, el cambio proclamado y promovido por el Gobierno de Evo Morales sucumbirá derrotado por su enemigo de la corrupción y la impunidad (como ocurrió en la ex URSS). Y así se habrá aniquilado, una vez más, la esperanza reactivada en la ciudadanía, y sobre todo, será un daño moral irreversible al incólume patrimonio ético de los pueblos indígenas del país.