Portada del sitio > Español > Global > Compañeros tranquilos, descuiden

Tenemos capitalismo para rato

Compañeros tranquilos, descuiden

Ariel Zúñiga

Jueves 20 de noviembre de 2008, puesto en línea por Ariel Zúñiga

Escuche este artículo en Mp3

Muchos izquierdistas llevan desvelados varias semanas a propósito de la anunciada estrepitosa caída bursátil. Estas breves líneas van dedicadas a ellos para que vuelvan a su plácido sueño ¿el de los justos? No lo sabemos, digamos por mientras el de los ingenuos.

Hasta ahora la historia ha sido la de la explotación del hombre por el hombre y la derrota de la izquierda. El modo en que una minoría conserva el control sobre la mayoría es el hacerlos olvidar esta cuestión elemental.

Hace un poco más de dos siglos un pequeño grupo de explotadores se hizo a la tarea de convencer a los pobres y unificarlos en torno a la evidencia, y arrojarlos como ejército hacia los otros explotadores. La promesa poco a poco fue tomando cuerpo y pronto se pasó de una libertad para todos a trabajo para todos y comida para todos; pero luego se desdibujó hasta una abstracta emancipación metafísica.

Cuando llegó la hora de pagar la factura los pobres de antes se transformaron en enemigos del partido, contrarevolucionarios y o agentes extranjeros; por su parte los explotadores de antes pasaron a ser jerarcas del partido, revolucionarios y o patriotas.

Pero no todo ha sido un desperdicio, ante diez mil años a lo menos de explotación civilizada, las derrotas de los últimos doscientos años deben valorarse en tanto aprendizaje. Aunque no debemos olvidar que los explotadores también han aprendido durante este tiempo.

Pero ¿ha aprendido la izquierda las lecciones o pretende reinar reprobando año a año los cursos?

El manejo de la crisis de parte de los explotadores es una muestra elocuente de cuánto han progresado. Mientras los barbones con traje verde oliva los creían delirantes dentro de la burbuja especulativa respondieron con la cabeza fría y al unísono, aplicando recetas nuevas, ante lo novedoso de la enfermedad, sin retirar por eso los cataplasmas y sangrías en aquellos casos en que aún funciona.

Lo que sucede es que mientras la izquierda presume de sus conocimientos académicos, la frugal clase dirigente mundial se ríe en sus poltronas humeando habanos de nuestras complicadas especulaciones. A la hora del lobo demuestran su oficio, sus sólidos conocimientos en historia y en economía, aquello que los hace reinar en el mundo de los ciegos. Aunque no escriban libros serios, ni los lean, lo cierto es que tienen cabal conciencia del mundo en que viven. Tenía razón Gramsci, si los pobres pensaran como los ricos de inmediato dejarían de serlo.

La izquierda se ufana, ante ella misma, de sus conocimientos y sin embargo ha transformado a la historia en un precario canto medieval a las glorias pasadas en que se menciona cada uno de los fracasos exaltados como triunfos morales; y la economía en una ruin vulgata en la cual desaparecen todos los ejes cardinales de la izquierda y por lo mismo es posible ver como un avance el que los estados se hagan cargo de las entidades financieras en desgracia.

Los medios alternativos no prestan servicio alguno a la emancipación del hombre si no hacen más que reproducir los conceptos oficiales con otras palabras o en otras audiencias. La única razón tras celebrar la socialización de las pérdidas vía “estatización”, como en los años treinta del siglo pasado o el imperialismo multipolar como a finales del siglo diecinueve, es haber dispuesto todo el tiempo útil a leer y pensar a tocar el ukelele debajo de una palmera.

La distinción público y privado sólo está en la cabeza de los analistas pues es la misma clase en definitivas la que dispone de esos recursos, o para que se entienda bien, la que ejerce el poder del cual el dinero es tan sólo un eficiente vehículo. Las distinciones género y etnia son otros cazabobos que mantienen empantanada la discusión entreteniendo a los bacheletistas y kirchneristas por un lado y a los evistas y obamistas por el otro. Todo esto mientras el pillaje continúa y se acrecienta so pretexto de la crisis.

La distinción entre economía financiera y economía “real” sólo está en la cabeza de unos cuantos embaucadores pues el único animal que vive indiferente a las expectativas, muy deriven estas de las apetencias instintivas, son los que criamos en un corral. Toda economía es una apuesta hacia el futuro, máxime la capitalista, que pende del delgado hilo del progreso infinito.

Pero, compañero, debemos celebrar porque el neoliberalismo ha fracasado. Si hueón, pero con nuestra plata, así que guarda las serpentinas. Y que no se te olvide que el neoliberalismo es tan sólo una palabra, una de las tantas creadas en la academia progre y con las cuales se infecta vía prensa “alternativa”.

Compañero, guarde el confeti, nos han estafado otra vez, el mundo está igual y peor que siempre y, al igual que en la crisis de 1929, la izquierda se ha puesto a rezar al dios capitalismo para que le arregle el problema.

Las opiniones expresadas en los artículos y comentarios son de exclusiva responsabilidad de sus autor@s y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la redacción de AlterInfos. Comentarios injuriosos o insultantes serán borrados sin previo aviso. AlterInfos es un medio de comunicación plural con enfoque de izquierda. Busca difundir informaciones sobre proyectos y luchas emancipadoras. Los comentarios apuntando hacia la dirección contraria no serán publicados aquí pero seguro podrán encontrar otro espacio de la web para serlo.

Portafolio

¿Un mensaje, un comentario?

moderación a priori

Este foro es moderado a priori: su contribución sólo aparecerá una vez validada por un/a administrador/a del sitio.

¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.