Portada del sitio > Español > Estados Unidos > ESTADOS UNIDOS - Mayo y la Reforma Migratoria en los Estados Unidos. La (…)

ESTADOS UNIDOS - Mayo y la Reforma Migratoria en los Estados Unidos. La Enchilada Cercada y Militarizada

Amando Basurto

Jueves 18 de mayo de 2006, por Amando Basurto

El ex-secretario de Relaciones Exteriores de México, Jorge Castañeda Jr., ha invertido parte de su tiempo en mostrar, a quienes él llama “ardidos,” que los supuestos avances sobre una reforma migratoria en los Estados Unidos eran muy cercanos a lo que él propuso todo el tiempo y que en buen uso de coloquial mexicano llamó la “enchilada completa.” ¿Habrá considerado Castañeda, en algún momento, el que la enchilada completa fuese (si acaso completa) acompañada de militarización y la ampliación del muro en la frontera? Esta semana, todavía joven, ya ha ofrecido pistas sobre la posible guarnición de la enchilada.

El día de hoy dos enmiendas a la propuesta de ley S. 2611, para la reforma integral de migración en los Estados Unidos, fueron aprobadas en el Senado. Por un lado, el Senador Jeff Sessions, republicano de Alabama, sometió a aprobación una enmienda que propone, por un lado, reemplazar los tramos de muro deteriorados en los Sectores Tucson y Yuma con barreras dobles o triples. El Sector Tucson incluye la zona fronteriza cercana a las poblaciones de Douglas, Nogales, Naco, y Lukeville. Mientras que el Sector Yuma incluye la frontera cercana a las ciudades Yuma, Somerton y San Luis. Además, la enmienda también propone construir barreras triples en una extensión total de 370 millas entre los sectores de San Diego y Yuma. La enmienda, por cierto, acaba de ser aprobada y es muy probable que el muro fronterizo incremente su longitud en los próximo dos años.

Esta propuesta del Senador Sessions es parte de su respuesta a lo que él -y otros conservadores estadounidenses- considera una muy tibia decisión por parte del presidente George W. Bush de mandar “solamente” 6,000 efectivos de la Guardia Nacional. El mismo 15 de mayo, día que el presidente se dirigió al publico estadounidense para explicar las medidas que ha estado tomando y que pretende tomar con respecto al tema de inmigración, el Senador Sessions publicó un comunicado de prensa en donde expresaba, entre otras cosas, su intención de proponer al Senado la extensión del muro fronterizo. Sus propuestas incluyen, además, 1) un incremento de los espacios de detención, 2) la terminación y puesta en marcha del sistema US VISIT que permite la mejor administración de los datos sobre aquellos que visitan territorio estadounidense y que, como él explica, fue autorizado hace 10 años, 3) la creación del “workplace verification system” que permitirá que los empleadores puedan identificar el status migratorio de aquéllos a quienes dan trabajo, y 4) llamar a que los oficiales locales y estatales colaboren en la aplicación de la ley migratoria con la autoridad federal.

Por otro lado, los Senadores John Cornyn y Jon Kyl, republicanos de Texas y Arizona, lograron pasar una enmienda a la propuesta de ley que flexibiliza las condiciones en que inmigrantes indocumentados pueden acceder a la residencia y la ciudadanía. Esta forma de la propuesta permitiría que inmigrantes acusados de felonía o hasta tres cargos menores no fuesen automáticamente excluidos de la posibilidad de solicitar la regularización de su status migratorio.

Bajo este panorama, el comunicado del presidente Bush debe de ser entendido como un intento de presionar más al Senado a favor de su propia “enchilada completa.” Una reforma comprehensiva, según ejecutivo federal, debe incluir un programa de empleo temporal que permita el ingreso ordenado de fuerza laboral inmigrante a la Unión Americana, una mayor seguridad en la frontera a través de la utilización de mejor tecnología para vigilancia y el incremento del numero de agentes de la patrulla fronteriza. Al respecto de esto último, el presidente estadounidense explicó que durante su administración el número de agentes fronterizos se ha incrementado de 9,000 a 12,000, y que contempla la inclusión de 6,000 más para el año 2008. Es precisamente aquí en donde el papel de la Guardia Nacional entra en juego.

Lo que Bush ofrece a aquellos que quieren medidas de seguridad más expeditas es asignar, de manera transitoria, los mismos 6,000 elementos de la guardia Nacional por un periodo menor al de un año. Y es sobre la condición de transitoriedad que se debe tener mucho cuidado. No parece ser la mejor opción asignar a elementos de la Guardia Nacional a tareas de apoyo a la patrulla fronteriza que no le corresponde debido a que sólo puede ser llamada por el ejecutivo federal, supuestamente, en casos de emergencia; esto a pesar de que sean sólo asignados para “operar sistemas de vigilancia, analizar inteligencia, instalar barreras y controles vehiculares, construir caminos de patrullaje y proveer entrenamiento.” Esto puede generar un precedente tanto respecto a los poderes del presidente como a las funciones de la Guardia Nacional. ¿Significa esto que se va a militarizar la frontera? Significa, tal vez, puesto de otra manera, una ampliación de la operación “Gate Keeper” que ha estado en marcha desde la administración de William Clinton. Significa también que el gobierno estadounidense reconoce su falta de control sobre una frontera en la que, hay que aceptar, también el gobierno mexicano lo ha perdido.

Lo que hay que entender, finalmente, es que el uso de la Guardia Nacional por parte del gobierno estadounidense y la construcción de un muro fronterizo dentro de su territorio no es competencia del gobierno mexicano, pero que el hacerlo pone en duda la capacidad del gobierno mexicano de ayudar a detener el flujo migratorio, de mexicanos o no, hacia los Estados Unidos. Es decir, que el gobierno mexicano ha fallado, y seguirá fallando en el corto plazo, en mejorar las condiciones sociales y económicas de aquellos que deciden cruzar al otro lado a pesar de los riesgos; esto quiere decir que aquellos que se aventuran en el desierto asumen tal riesgo como menor al de quedarse en sus lugares de origen. Lo que las decisiones de Bush y el Senado estadounidense van a generar es una tensión en la relación binacional que ambos parecen estar dispuestos a pagar con tal de impulsar la reforma migratoria, especialmente con el bajo nivel de popularidad de la administración. La responsabilidad del gobierno mexicano, además, no puede ser reducida a expresar su descontento con la medida anunciada por el presidente Bush, sino que incluye la necesidad de impulsar políticas que modifiquen el papel de México como un país expulsor de población productiva. Habrá, finalmente, que tener en cuenta que lo que está en juego no es sólo la popularidad de los gobiernos de ambos países, con las implicaciones electorales en ambos lados de la frontera, sino el tono en que la relación bilateral se va a mantener tras la reforma migratoria.


Amando Basurto es Candidato a Doctor en Ciencia Política por la New School for Social Research y Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales por la UNAM.

basua260 AT newschool.edu

responsabilite

¿Un mensaje, un comentario?

moderación a priori

Este foro es moderado a priori: su contribución sólo aparecerá una vez validada por un/a administrador/a del sitio.

¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.