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MÉXICO - Regresa el zapatismo, resuenan sus mensajes

Jorge Alonso, Envío

Domingo 14 de julio de 2013, por Claudia Casal

Junio de 2013 - Envío - El regreso de los zapatistas al escenario mexicano, con numerosos comunicados y con la presencia silenciosa y ordenada de miles de sus bases, reclamando a los malos gobiernos, ha provocado resonancias en todo el país. El Zapatismo ha vuelto. Y su vuelta hace renacer esperanzas y alienta voces alternativas que desnudan las injusticias nacionales y mundiales.

Los primeros comunicados de los zapatistas se dieron a conocer en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, cuando se desarrollaba a finales de 2012 el Tercer Seminario Internacional “Planeta tierra, movimientos antisistémicos”. En su revista alternativa “Desinformémonos” Gloria Muñoz relató lo que allí se reflexionaba.

Muchas voces dignas

En ese seminario participaron ex-integrantes de los Panteras Negras, representantes del Movimiento por Justicia del Barrio de Nueva York, que integra a 73 comités de barrio, puertorriqueños independentista, miembros de un movimiento argentino anticapitalista, integrantes de la comunidad mapuche, y un representante de la Confederación de Naciones Indígenas del Ecuador (CONAIE), quien fue autocrítico al explicar que los movimientos indígenas, en vez de haber abolido el Estado lo fortalecieron al entrar al terreno electoral, que no es el suyo.

Participaron también economistas, sociólogos, historiadores, filósofos, feminisas, escritores... El ex-diplomático iraní Majid Rahnema relató que dejó su puesto en el gobierno para vivir un tiempo en una comunidad en donde entendió lo importante que es el lugar desde el que se mira el mundo, pues desde el arriba, tanto el de derecha como el de izquierda, se ve a las personas como objetos, mientras que desde el abajo se ve la potencia de vida existente en cada uno. Reconoció que había aprendido del “caminar preguntando” practicado por los zapatistas.

El ex-rector de la UNAM Pablo González Casanova dijo que nos encontramos ante la oportunidad de organizar a nivel mundial una inmensa red de colectivos en defensa del territorio y del planeta y consideró que la crisis que enfrenta el mundo no es cíclica ni de corta o larga duración, sino de espectro amplio, proviene de la raíz del capitalismo y pone en peligro la supervivencia del planeta.

Consideró que las alternativas son de emancipación humana y serán pacíficas. Serán proyectos de democracia y de autonomía.

La antropóloga Mercedes Olivera se refirió al inicio del nuevo ciclo maya, que implica un resurgimiento de la vida, expresado en las marchas zapatistas de finales de 2012 y en el nuevo tiempo de las luchas de los pueblos. La antropóloga Xóchitl Leyva criticó la apropiación que hizo el turismo cultural del ciclo maya, destacando la interpretación hecha por el zapatismo, más acorde con el espíritu de ese calendario.

Por el Congreso Nacional Indígena de México (CNI) habló Salvador Campanur, de la comunidad autónoma michoacana de Cherán. También se hicieron presentes los wixaritari, los yaquis, los amuzgos de Suljaá, Guerrero, la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y del Territorio, los pueblos ikoot de San Dionisio y San Francisco del Mar en el sur de Oaxaca, y el pueblo purhépecha de Nurío.

De abajo y a la izquierda

Colectivos de una docena de países compartieron resistencias, autonomías, modos organizativos, luchas que sirven para mantener viva la esperanza de la construcción de otros mundos posibles, en momentos en que se ve con inquietud e incertidumbre la situación nacional, continental y mundial.

Al compendiar el relato de lo que aconteció en ese seminario convocado por los zapatistas Gloria Muñoz destacó que se habían escuchado voces dignas de trazar caminos alternativos y de dar esperanza a los movimientos. Y que el llamado a la acción provino de pensadores y luchadores sociales de diversos países, todos identificados con la geografía de abajo y a la izquierda. Cientos de participantes en este tercer seminario, junto con miles que lo siguieron en línea, celebraron el ánimo renovado del zapatismo.

Miles de personas participaron también la última noche de 2012 y el primer sol del 2013 en actividades culturales y deportivas organizadas por los zapatistas para conmemorar el 19 aniversario de su levantamiento armado. Uno de los dirigentes del EZLN afirmó que no habría más sufrimiento y más pobreza para los indígenas en 2013 porque ya no lo iban a permitir.

Zapatismo: ¿realidad viva?

Aunque después de las elecciones presidenciales la confiabilidad en las encuestas quedó muy mermada en México, las encuestas ofrecen algunas pistas, tanto de las intenciones de las casas encuestadoras como de algunos sectores encuestados.

La empresa Parametría hizo una encuesta nacional sobre la marcha silenciosa de los zapatistas y sobre sus comunicados e informó que, según sus resultados, los mexicanos “dejan en el pasado al movimiento zapatista”. Sin embargo, esto no concuerda ni con sus propios datos, pues para el 44% de los encuestados el movimiento zapatista no ha caducado, y sólo el 37% piensa que quedó en el pasado.

Lo que debió haber informado es que sólo una tercera parte de los encuestados se había enterado de “la reaparición del EZLN” y que más de la mitad desconocía los motivos de sus recientes manifestaciones. La misma encuesta confirmó que un 72% ha oído hablar del Subcomandante Marcos y un 64% sabe que existe el EZLN.

Aludiendo a esta encuesta el analista Massimo Modonesi planteó que la militancia juvenil había entrado en una nueva etapa, en la que el zapatismo ya no era el principal referente. Considera que existe un redimensionamiento del zapatismo, que da cuenta de su reducción a la dimensión indígena y abandona los vastos ámbitos urbanos, particularmente estudiantiles, en los que había estado firmemente plantado en el pasado. Concluye que el zapatismo juvenil, urbano y civil desapareció o redujo sus expresiones a niveles mínimos. Sin embargo, habrá que ver lo que sucede a partir de agosto con el inicio de los cursos de la “escuela zapatista” para poder apreciar realmente el impacto del zapatismo en los sectores juveniles.

“Son una buena noticia”

Ante los comunicados de los zapatistas el obispo Raúl Vera dijo que el proyecto indígena representa una alternativa ante el fracaso del capitalismo liberal, que ha conducido a México a mayores niveles de pobreza, miseria y desigualdad, particularmente entre los pueblos originarios. Exigió que el Estado mexicano eleve a rango constitucional los Acuerdos de San Andrés, que benefician a todos los indígenas mexicanos.

El sacerdote dominico Gonzalo Ituarte, quien era vicario de la diócesis de San Cristóbal cuando ocurrió el alzamiento del EZLN, afirmó que los recientes comunicados firmados por el Subcomandante Marcos son una buena noticia e invitan a muchos a pronunciarse sobre la situación del país. Reconociendo errores y dificultades, los zapatistas buscan construir nuevos puentes con otros que también buscan otras formulaciones y otras plataformas para transformar el sistema.

El nuevo gobernador chiapaneco aceptó que habría que dar cumplimiento a los Acuerdos de San Andrés en materia de derechos y cultura indígenas y afirmó que su gobierno se comprometía a respetar los predios zapatistas, reconociendo su derecho a la resistencia y autodeterminación. Prometió trabajar por solucionar la tensa situación en que viven las comunidades zapatistas Comandante Abel y San Marcos Avilés. Y se pronunció por la pronta excarcelación de Alberto Patishtán. En 2013 creció la campaña del zapatismo por la liberación de sus nueve presos políticos, entre ellos Patishtán.

El caso Patishtán

El caso de Alberto Patishtán Gómez es paradigmático. El profesor Patishtán, de la etnia maya tzotzil, originario del pueblo El Bosque en los Altos de Chiapas, fue arbitrariamente encarcelado en el año 2000, para escarmentar a los luchadores sociales y, por eso, en él se ha descargado una gama de injusticias. Fue sentenciado a 60 años por un crimen que no cometió. Para desactivar las manifestaciones que exigían su liberación fue enviado a una prisión a 2 mil kilómetros de distancia de su comunidad. En febrero de 2012 Patishtán ganó un amparo para ser restituido a ella, pero las autoridades desacataron la orden del juez. Su inocencia ha sido probada y el gobierno sabe que no es culpable, pero lo sigue manteniendo preso.

En este marzo, Patishtán pidió a Dios que iluminara a los ministros de la Suprema Corte para que fueran guiados por la verdad y contribuyeran a su libertad. Colectivos europeos se solidarizaron con su causa y le escribieron que, independientemente de lo que la Corte revolviera, sabían que lo tenían en la cárcel porque su corazón había nacido rebelde, indígena y pobre.

Patishtán cuestionó la resolución de la Suprema Corte ordenando la liberación de involucrados en la matanza de Acteal y mantener encarcelados a inocentes. En abril de 2013 la Suprema Corte volvió a confirmar su arbitrariedad al liberar a otros implicados en la matanza de Acteal. Además, los indígenas sentenciados por la masacre de Acteal, algunos de ellos confesos, que han sido liberados desde 2009, están regresando a sus comunidades, lo que contraviene los acuerdos y declaraciones oficiales de que serían reubicados en otros lugares. Su reinserción a la vida comunitaria no sólo es una afrenta para las víctimas, sino que vuelve a poner en peligro a sus familiares y a la endeble paz de la región. La matanza de Acteal, un crimen de Estado considerado como una de las peores masacres en México, se ha quedado sin sentenciar ni a los responsables intelectuales ni a los materiales.

El obispo Arizmendi denunció que en este caso la Corte se había preocupado por la legalidad, no por la justicia. Para el obispo es evidente el contraste con el caso del profesor Patishtán, quien es inocente y aunque su proceso tiene fallas legales, la Corte no lo saca de la cárcel.

En abril se realizó otra importante jornada nacional e internacional para exigir la liberación de Patishtán. Unas 6 mil cartas llegaron ante los funcionarios exigiendo su libertad. En la capital chiapaneca hubo una marcha de 15 mil personas exigiendo a quienes tienen en sus manos el caso del maestro que hagan justicia.

¿Contra el hambre?

El 21 de enero en Las Margaritas, Chiapas, el Presidente Peña Nieto presentó oficialmente una Cruzada Nacional contra el Hambre, que pomposamente anuncia que abatirá masivamente la pobreza, la desnutrición y la marginación social en el país.

Los indígenas movilizados en defensa de Patishtán dijeron que la Cruzada de Peña Nieto no es una cruzada contra el hambre, sino contra los hambrientos. Los pueblos indígenas y campesinos -reclamaron- tienen hambre de verdad y de justicia en el caso Acteal, en el del maestro preso y en el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés.
Y no quieren las migajas que da el gobierno para callar conciencias.

Un alumno de 90 años

Al agravio de Acteal se suman muchos más. Desde 2010 decenas de bases de apoyo zapatista del ejido San Marcos Avilés han sufrido amenazas, hostigamiento y desplazamiento forzado por haber construido la primera escuela autónoma en el ejido.

En febrero de 2013 una vez más estaban en peligro de un nuevo desplazamiento forzado porque militantes del PRI, del Partido Verde y del PRD les exigían agresivamente que pagaran el impuesto predial. Los zapatistas afirman que, como nada reciben del gobierno, no pagan impuestos. Por eso, los amenazaron con desalojarlos.

En abril, la Junta de Buen Gobierno de Oventic difundió un comunicado en donde recapitulaba las agresiones contra la comunidad San Marcos Avilés durante los últimos 23 meses: robos, destrozos en sembradíos, despojo de tierras, agresiones a personas...

El incremento de la ola de violencia en contra de las comunidades zapatistas no detiene la preparación de la “escuela zapatista” a iniciarse en agosto. Pablo González Casanova anunció que a sus 90 años asistiría a esa escuela. Dijo que con los zapatistas como maestros está haciendo un prolongadoy fructífero posdoctorado en el que aprende mucho.

Construyendo puentes

La nueva propuesta zapatista de “construir puentes” fue bien recibida por dirigentes de organizaciones campesinas y representantes indígenas. Aceptaron que había más coincidencias que diferencias con los zapatistas, pues el gobierno prosigue con una visión asistencialista, cerrada, e indiferente hacia los derechos de los pueblos indígenas y campesinos más pobres.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, con el poeta Javier Sicilia al frente, respaldó al EZLN y expresó querer seguir caminando junto a los zapatistas. En su doloroso caminar por México han constatado, como los zapatistas, que este mundo se derrumba. El Movimiento agradeció al zapatismo que nos enseñe que la moral, la ética y la verdad son las herramientas más poderosas para la construcción de un mundo con paz, justicia, dignidad y democracia.

El movimiento #YoSoy132 también se alegró de la invitación zapatista a caminar junto a otros movimientos. El colectivo de trabajadoras sexuales Brigada Callejera manifestó su disposición a seguir caminando con los zapatistas porque su ejemplo digno y su coraje están inscritos en el corazón de sus integrantes.

Peña Nieto: “falta de brújula”

Luis Hernández vio en la decisión de Peña Nieto de arrancar su programa asistencialista “contra el hambre” en un lugar tan simbólico para la lucha zapatista -en Las Margaritas iniciaron su alzamiento el 1 de enero de 1994-una muestra de arrogancia y una “falta de brújula “del gobierno priísta para resolver el conflicto con el EZLN.

Los zapatistas se burlaron de la pésima coreografía del acto oficial y la organización de la sociedad civil Las Abejas criticó la peñista Cruzada Nacional contra el Hambre afirmando que quien vive de su trabajo en la tierra tiene libertad y quien vive de las limosnas del gobierno es un esclavo. Le recordaron también al gobierno que tienen memoria y ven en el nuevo gobierno a Emilio Chuayffet, quien junto con Zedillo fue el autor intelectual de la masacre de Acteal.

El nuevo gobierno de Peña Nieto ha nombrado un Comisionado para el diálogo con los Pueblos Indígenas. Sin la movilización zapatista de diciembre de 2012 el tema indígena no hubiera vuelto al centro del debate nacional. Por su parte, el Poder Legislativo nombró a los integrantes de la comisión para el diálogo con el EZLN de acuerdo con la vigente Ley para el Diálogo, la Concertación y la Paz Digna en Chiapas para que colabore con la Comisión federal.

Una manzana envenenada

La especialista en derecho indígena, Magdalena Gómez, celebró la presencia pública, pacífica y con gran carga simbólica del zapatismo y analizó la reacción ante sus comunicados, destacando que lo importante es que los de abajo han sido receptivos y están abiertos al diálogo con el zapatismo. También advirtió que ha iniciado una estrategia gubernamental disfrazada de discurso benévolo que entraña una virtual manzana envenenada dirigida al EZLN. Así hay que ver -dijo- la cruzada nacional contra el hambre.

También el nuevo gobierno creó una nueva comisión para dialogar con los pueblos indígenas. Pero en el fondo se vulneró el objetivo de la vigente ley para el diálogo, emitida por el Congreso General, la cual ha definido el estatus del EZLN en su artículo primero y establece que esa ley tiene por objeto establecer las bases jurídicas que propicien el diálogo y la conciliación para alcanzar, a través de un acuerdo de concordia y pacificación, la solución justa, digna y duradera al conflicto armado iniciado en 1994. La ley especifica que entiende como EZLN al grupo de personas que se identifica como una organización de ciudadanos mexicanos, mayoritariamente indígenas, inconformado por diversas causas y por eso involucrado en el conflicto.

Magdalena Gómez critica que la nueva comisión no huya sido producto de un acuerdo del Poder Legislativo y que sólo se dupliquen las funciones de lo que antes fue la instancia oficial indigenista.Y considera que lo que en realidad pretende es proseguir con la política de dar dinero a algunos indígenas para dividirlos, no resolviendo los problemas de fondo.

Semillas de cambio

Gustavo Esteva denunció los intentos tramposos para reducir la iniciativa zapatista sólo a la cuestión indígena, cuando es más amplia. Decenas de importantes académicos mexicanos respaldaron las demandas zapatistas en una carta pública en la que afirman que se vislumbran tiempos difíciles para México por la entrega del territorio nacional a grandes corporaciones que desarrollan megaproyectos que destruyen a los pueblos y por el duro golpe de la reciente reforma laboral.

Víctor Toledo comentó que lo que se desmorona es la civilización industrial, sostenida por la competencia, los mercados dominados por la lógica capitalista, el uso predominante de combustibles fósiles y la ciencia y la tecnología como instrumentos de control y poder. Impera un modelo que dilapida la naturaleza y explota el trabajo humano. En cambio, el zapatismo afirma la autogestión local y regional en territorios concretos, y muestra cómo salir del capitalismo.

La experiencia no se reduce a la región zapatista, pues Toledo ha detectado que en otras 16 regiones mexicanas existen procesos autonómicos que, sin ser explícitamente políticos se mueven en función de valores similares. Insiste Toledo en que el cambio no vendrá ni por la vía electoral ni por la armada, pues la democracia representativa se ha vuelto ya inoperante dado el deterioro, corrupción e ineficacia de las instituciones y la vía violenta es inviable frente a los gigantescos poderes militares de los Estados. Sólo el poder social o ciudadano ejercido en los territorios, primero a pequeña escala y después expandido por la suma de espacios geopolíticos, logrará la transformación necesaria. Y en México el zapatismo representa las semillas del cambio civilizatorio.

Qué nos enseñan

El especialista en el zapatismo, Rafael Sandoval, enlistó los elementos que le parecen relevantes en los comunicados. Los zapatistas no rinden culto a la muerte sino a la vida. No se colocan en la disyuntiva entre lucha electoral o lucha armada. No se venden a los de arriba, ni reciben limosnas ni ayudas del Estado. Los líderes son invisibles porque son todos. Viven mejor que los que se someten a los programas estatales. Construyen escuelas, clínicas, hospitales y viviendas. Han conseguido bajar los índices de delincuencia y acabar con el alcoholismo. Han prohibido la producción, distribución y consumo de narcóticos. Se reconocen como parte de un nosotros más grande y aún por construir.

Las preguntas que encuentra este investigador en los comunicados zapatistas son ¿Por qué así? ¿Podría ser de otra manera? ¿Cómo es esa otra manera, ese otro mundo, esa otra sociedad que imaginamos, que queremos y necesitamos? ¿Qué hay que hacer? ¿Con quién?

Qué han aprendido

También observa que en estos últimos siete años los zapatistas han aprendido mucho y han llegado a considerar que tienen que cambiar el ritmo y la velocidad del paso, además de cambiar la compañía. En este sentido, han advertido que tienen memoria de quién estuvo, cuándo y dónde, qué dijo, qué hizo, que calló, qué deshizo, qué escribió, qué borró. Y ahora convocan advirtiendo que esa convocatoria no significa unir, dirigir, cooptar, reclutar, suplantar, aparentar, simular, engañar, subordinar, usar.

Este investigador valora la heterogeneidad y la autonomía de los modos de caminar zapatistas. Dieron por concluida La Otra Campaña. El territorio de su acción será ahora el planeta Tierra. Ahora, después de los comunicados recientes, para ser de
La Sexta no se requerirá afiliación, cuota, inscripción o estar en la lista. No habrá grandes concentraciones. El andar de La Sexta será “de tranco largo”. No se aliarán a ningún movimiento electoral. Rechazan todo intento de hegemonía y de vanguardismo.

Rafael Sandoval critica que en la izquierda mexicana se le exija al EZLN adoptar una política de alianzas según la forma de hacer política tradicional, cuando los zapatistas han estado convocando una y otra vez a formar una izquierda de abajo y a la izquierda, al margen del Estado y del capital.

En silencio avanzan

El zapatismo ha salido fortalecido de la política de cerco y aniquilamiento militar y social. Los zapatistas nos siguen enseñando que hay otras formas de hacer política que no giran en torno a ocupar las instituciones estatales, sino alrededor de la autonomía como práctica cotidiana.

Mientras tanto, el abajo mexicano se expresa en cientos de conflictos ambientales, las policías comunitarias se multiplican, los maestros se movilizan contra la reforma educativa privatizadora, y los obreros exigen un cambio del rumbo económico porque el actual va al desastre.

Algunos piensan que porque el zapatismo no está en los medios ni en la discusión de los de arriba, ya no tiene influencia y ha ido desapareciendo. Pero en ese caminar en silencio con los de abajo, intercambiando experiencias, comprendiendo conjuntamente la creación de algo nuevo subterráneamente, el zapatismo va dando pasos importantes en la construcción de alternativas.


Jorge Alonso es investigador de investigador de CIESAS OCCIDENTE. Corresponsal de ENVÍO en México.

Revista Envío nº 375, junio de 2013.

http://www.envio.org.ni/articulo/4700

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