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ÁFRICA - Referendo sudanés podría cambiar mapa
Ernesto Wong Maestre
Miércoles 12 de enero de 2011, puesto en línea por ,
A partir del lunes 9 de enero y hasta el siguiente domingo se desarrollará el prometido referendo en Sudán para la región autónoma denominada Sudán del Sur donde se decidirá el destino de aproximadamente 14 a 16 millones de personas, aunque la población que deberá votar, si desea que su territorio siga formando parte de Sudán o si se constituye en un nuevo Estado independiente, es de sólo 4 millones.
De optarse por la creación de un nuevo Estado, el mapa de África y las relaciones interafricanas se modificarían, así como la geopolítica de la región podría tener cambios sustanciales en el corto plazo, mientras que a mediano y largo plazo el efecto de dominó sobre otras regiones africanas con problemas parecidos podría tener mayor o menor fuerza según el devenir de ese nuevo Estado.
El referendo es consecuencia directa e inmediata de la llamada Segunda Guerra Civil Sudanesa que culminó con el Acuerdo de Naivasha, ciudad de Kenya cercana a la frontera con Sudán, firmado el 9 de enero de 2005 entre el gobierno de Omar Al-Bashir y el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán dirigido por Salva Kiir Mayardit, brazo político del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (ELPS).
A partir de ese acuerdo, el gobierno de Bashir permitió la autonomía de Sudán del Sur, donde diez años después, en marzo del 2010, se realizaron nuevas elecciones y salió reelecto Salva Kiir quien ya había ganado las anteriores elecciones de agosto del 2005.
El ELPS fue fundado en 1983 por John Garang y Salva Kiir, entre otros, para enfrentar al entonces gobierno central de Gaffar el Numeiry y mantuvo su acción rebelde hasta la muerte de Garang en julio del 2005, lo que dio paso al Acuerdo de Naivasha con el actual presidente Bashir que también ha sido reelecto, la última vez en abril del 2010, con más del 64% de los votos.
En esa ocasión declaró Al-Bashir: "Confirmo que haremos el referéndum en Sudán del Sur en la fecha exacta y que seguiremos trabajando por la paz en Darfur" [1].
Las dos guerras civiles sudanesas tienen sus raíces más profundas en las contradicciones generadas por la expoliación a que fue sometida la región y toda África por parte de las potencias colonialistas europeas y sus empresas y de la penetración de las transnacionales estadounidenses, con intereses globales, en todo el norte del continente y el Medio Oriente a partir del Congreso de Berlín de 1885, y sobre todo después de la 2da Guerra Mundial en 1945.
Nunca antes la región había experimentado guerras tan crueles, donde los niños formaron parte de los ejércitos combatientes y batallas tan sangrientas contra las familias como las guerras civiles sudanesas.
Durante siglos, antes de la llegada de los invasores europeos, se produjo una mezcla natural entre las poblaciones nilóticas, árabes y las bantúes provenientes del sur africano. Juntas fueron formando ciudades Estados y hasta imperios como el de Egipto, o el de Kush o Nubia, y siglos después el gran Reino de Axum con impacto más allá del Mar Rojo o Golfo Arábigo.
Incluso, el primer tratado internacional escrito que recoge la historia de la diplomacia proviene del siglo XIII a.c. en esas regiones, cuando el rey de los Hititas (hoy Turquía) firmó con el faraón egipcio Ramsés un acuerdo de paz al concluir la batalla de Qadesh (hoy Líbano), en territorio fronterizo con el imperio egipcio.
En Sudán del Sur se encuentran las principales explotaciones petroleras de Sudán y las mayores reservas probadas. Por ello, el Acuerdo de Naivasha establece entre las partes una distribución correspondiente de las utilidades provenientes del petróleo, lo cual fue una de las condiciones principales del convenio firmado. Otra condición de aquel acuerdo en Kenya se refiere a la permanencia de la autonomía para el Sudán del Sur y a la formación de un sólo ejército para la región que llegaría a tener más de 39 mil efectivos, en caso de que la población votante opte por no independizarse de la República de Sudán.
Fue precisamente el referendo actual otro de los acuerdos de Naivasha, así como la creación de una Constitución propia para la región que fue aprobada en diciembre de ese mismo año 2005 y la formación de un gobierno de unidad nacional.
Este jueves 6 de enero el secretario General de ONU, Ban Ki-moon, tuvo palabras de elogio para las autoridades de Sudán, tanto del norte como del sur, en razón de la buena marcha de los preparativos del referendo, al destacar “el liderazgo, sabiduría y esfuerzos concertados" de los gobernantes sudaneses para la realización del referendo [2].
El secretario General de la ONU reconoció el rol desempeñado por diversos actores externos y por las misiones de observación durante la preparación del referendo, y reiteró el respaldo del organismo multilateral a la ejecución total de los acuerdos de Naivasha.
De aprobarse el referendo, Sudán dejará de ser el país africano de mayor extensión territorial; la República Centroafricana al suroeste y Etiopía al sureste comenzarían a tener fronteras con los dos sudanes mientras que al sur, Uganda, Kenya y la República Democrática del Congo dejarían de tener fronteras con Sudán para sólo tener con Sudán del Sur que se convierte en el Estado 55 del continente africano y uno más sin costas al mar.
wongmaestre[AT]gmail.com
[1] Reporte de la Agencia de prensa AFP, citada por el portal del Nuevo Diario de Nicaragua.
[2] Reporte de la Agencia Prensa Latina